Aprende a Vivir el Amor sin Apegos y sin Ansiedad
El amor sin apegos no debe tener forma, ni límites, ni condiciones. Si realmente puedes entender esto, entonces no gastarás ningún minuto de tu vida sufriendo y resolviendo en autocompasión. Porque el asesino principal de la relación es el apego. Es el mal, la pequeña cosa que se disfraza de amor primero y luego se vuelve necesaria y celosa.
Este apego también se conoce como co-dependencia y puede hacerte pensar que no puedes vivir sin el amor de esa persona. Esto se vuelve peligroso tanto para ti como para tu pareja porque lo más probable es que te olvides de la importancia de su relación y de sus necesidades en el proceso de complacer a tu ser querido porque la sensación se siente muy bien y es tóxico.
Sin embargo, si amas incondicionalmente, entonces el dolor que proviene del apego no te afectará. Porque amar incondicionalmente significa aceptar a las personas tal como son. Cuando no aceptas completamente a tu compañero e intentas cambiarlo, eso es por lo general, como comienza cualquier relación tóxica.
Entonces, ¿cómo puedes amor sin apegos incondicionalmente? Primero pregúntate qué sentiste durante los primeros días después de haber conocido a tu ser querido. Si tienes problemas recordando tus primeros sentimientos y experiencias con esa persona amada, entonces esto es una bandera roja.
Porque cuando experimentas los primeros sentimientos de estar enamorado te sientes extremadamente feliz y libre. Todos tus sentidos consiguen aumentar y te vuelves más consciente de todo lo que te rodea. Todo encajará y estará bien.
Por eso es tan importante tratar de recordar esos sentimientos y cómo afectaron tu vida, cómo mejoraron tu aprecio hacia todo lo que hay en tu vida y lo feliz que estabas pensando en la persona que amas.
En segundo lugar, debes aceptar el hecho de que el amor sin apegos es inconmensurable, por lo tanto, eterno. Cuando realmente amas a alguien, tu amor por esa persona no debería conocer los límites. Debes poder amarlos tan puramente y de todo corazón que solo con pensar en esa persona te hace feliz y satisfecho.
Cuando te vinculas con alguien con quien deseas estar juntos todo el tiempo, te olvidas de ti mismo y de la necesidad de la soledad y el tiempo de estar solo de tu pareja. Y esto es muy peligroso para tu relación. Cuando aceptas el hecho de que el amor no tiene fin ni límites, entonces puedes comprenderlo completamente, entender la importancia de tener tu propio espacio y libertad.
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El amor sin apegos debe ser incondicional
El amor incondicional significa aceptar todas las imperfecciones de tu pareja y las tuyas también. El amor incondicional se da cuenta de que nada ni nadie es perfecto, y eso está bien. Ser imperfecto es en realidad la perfección.
Un apego es algo crítico, celoso, controlador, serio e inseguro. Es el camino del sufrimiento. Cuando amas a alguien incondicionalmente, nunca te arriesgarás a apegar a él. El amor sin apegos e incondicional significa amar todo acerca de ellos, desde su diente torcido o su dedo extraño del pie hasta la forma en que bebe el café.
Esto significa que también debes ser una persona completa. Este amor te incluye a ti también. No se puede verter de un vaso vacío. Debes amarte y aceptarte primero antes de que puedas amar y aceptar a alguien más.
Amar sin apego, sin volverse dependiente, es amar sin necesidad. Te estás entregando libre y conscientemente a la otra persona. Es ser parte de un proyecto en el que no hay perdedores. No hay necesidad de renunciar a tu identidad y no hay espacio para el narcisismo. Estar en una relación como esta es posible, todo lo que necesitas son límites claros y una comprensión clara de ciertos principios. En este tipo de relación no importa cuánto te ama tu pareja, lo importante es cómo lo hacen.
¿Cómo se puede amar sin apego y ansiedad?
Amar basándose en los sueños y no en las necesidades significa amar a la otra persona tal como es, no cómo desearías que fuera. Es amar a otra persona como tú amas el Sol, la luna y las estrellas. No pueden pertenecerte, ni querrías que lo hicieran. Pero aprecias que estén allí todos los días dándote luz, inspirándote y acompañándote en tu viaje. El hecho de que no puedas poseerlos no significa que no puedas disfrutarlos.
- Comienza por ti mismo: Principalmente, declárate emocionalmente libre. Comprende que no necesitas de nadie para ser feliz. Debes poder ser feliz por ti mismo, contigo mismo. Debes reconocerte a ti mismo como valioso y digno. Igualmente, declárate desapegado. Libérate del miedo al abandono, libérate de la ansiedad y de la preocupación de que puedas terminar solo. Uno por uno, deshaz todos esos apegos (ideales, planes, concepciones falsas) Sé capaz de entregarte a alguien más. No por necesidad, no para llenar tú vacío, sino desde un lugar de libertad.
- Amor sin apego y sin necesidad: Recuerda que el amor envenenado no implica simplemente una necesidad obsesiva de poseer a la otra persona. También es la incapacidad de renunciar a esa persona cuando el vínculo es perjudicial. Amar es tener muy claro lo que significa ‘amar sin límites’. Significa sufrimiento, depresión, celos, caos emocional, baja autoestima y dependencia. Amar es invertir en tu crecimiento personal y en el crecimiento de tu ser querido. Estás dando espacio para ser simplemente; eso a su vez, enriquece a la relación.
De igual modo, debes ser capaz de establecer una relación sobre una base de libre intercambio. Debes estar libre de ansiedad e inseguridad. Estos son bonos libres de necesidad obsesiva. En cambio, hay fuerza y generosidad. Esto sucede debido a la confianza y al entendimiento mutuo. Sabes que eres amado, por lo que puedes dejar que la otra persona sea, confías en la persona que te eligió, ama lo que eres y no está contigo para alejarte del fantasma de la soledad.
Por ende, el apego no es para nada bueno en una relación, todo lo contrario, es perjudicial. Te hace eternamente cautivo a lo que crees que te estás perdiendo. Empiezas a necesitar cosas y personas no por necesidad genuina, sino por un impulso social y emocional. Es un mecanismo ciego que conduce al sufrimiento y al miedo.
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